Tanorexia. Cómo saber si eres adicto al bronceado

la tanorexia o adicción al bronceado puede darse si utilizamos en exceso las cabinas de rayos uva

Tomar el sol, nadar o hacer deporte, son actividades muy saludables. Por ejemplo, la exposición moderada a la radiación solar es beneficiosa en muchos aspectos. Sin embargo, la exposición repetida, compulsiva y perjudicial a la radiación ultravioleta es un trastorno patológico que puede tener graves consecuencias. A esta conducta se le denomina tanorexia o adicción al bronceado.

La principal fuente de radiación ultravioleta (UV) la obtenemos mediante la exposición solar. Pero también se puede obtener de forma artificial en instalaciones denominadas solariums (camas solares, rayos UVA, etc.). Por lo tanto, la tanorexia puede aparecer como consecuencia de una exposición solar excesiva o por la utilización indebida de los solariums.

La tanorexia o adicción al bronceado consiste en la exposición compulsiva a radiación ultravioleta
La tanorexia o adicción al bronceado consiste en la exposición repetida, perjudicial y compulsiva al sol o la radiación ultravioleta.

Más allá del problema que cualquier trastorno de conducta representa, la adicción al bronceado o tanorexia puede implicar patologías de carácter grave. Por ejemplo, una exposición excesiva a la radiación ultravioleta es un claro factor de riesgo para el desarrollo del melanoma maligno (cáncer de piel). La OMS declaró en 2009 los ‘solariums’ y sus dispositivos como elementos cancerígenos en base a determinados estudios. En cualquier caso, la exposición moderada al sol y el uso de protector solar son recomendaciones importantes para evitar los efectos perjudiciales de la radiación solar y ultravioleta.

Causas de la tanorexia

En Valencia podemos disfrutar de un clima ciertamente envidiable. Temperaturas agradables y gran cantidad de sol durante prácticamente todo el año. Personas del mundo entero acuden a la Comunidad Valenciana en periodos vacacionales a disfrutar de su gastronomía, del sol, sus playas y los espacios festivos de ocio.

Como decíamos, la tanorexia se puede producir por una exposición solar excesiva, o bien por la utilización indebida de las cabinas de rayos UVA y camas solares. Pero ¿qué lleva a algunas personas a someterse de forma excesiva a la radiación ultravioleta? Necesitamos comprender que ir a tomar el sol forma parte en numerosas ocasiones de razones puramente estéticas. Pero, además, también forma parte de un mecanismo de ‘compensación anímica’. Factores que intervienen en la aparición de la tanorexia:

  • Por un lado, encontramos el factor socio cultural que impone cánones de belleza que muchas personas acaban persiguiendo. Por ejemplo, la extrema delgadez o el fuerte bronceado. De hecho, no es casual que la prevalencia de la adicción al bronceado en interiores (solariums) sea mucho más elevada entre mujeres, jóvenes, y universitarias.
  • Por otro lado, está totalmente demostrado que la exposición solar (incluidos los solariums) provoca un estado de bienestar generalizado a través de un mecanismo de liberación de opioides endógenos. Es decir, cuando tomamos el sol el cuerpo libera endorfinas. Esto causa una elevada sensación de relax, bienestar e incluso euforia. Ocurre algo parecido cuando practicamos deporte.

Estos son las principales razones por las que la mayoría de personas acaban repitiendo la conducta del bronceado. En la medida en que refuerzan positivamente sus expectativas tienden a repetirla. El problema aparece cuando atravesamos el “uso moderado” y repetimos compulsivamente la conducta. Entonces nos vemos envueltos en la adicción al bronceado.

Síntomas de la tanorexia

Anteriormente decíamos que una persona con tanorexia presenta ciertas similitudes con un adicto al alcohol o a las drogas. Necesitamos comprende que un adicto al bronceado padece un síndrome similar al que padecen personas con trastornos alimenticios como es la anorexia. Se le denomina trastorno dismórfico corporal e implica una percepción subjetiva distorsionada de la imagen corporal, en este caso del bronceado de su piel.

El paralelismo con otras adicciones supone para un adicto al bronceado un refuerzo positivo inicial que se obtiene a través de esta conducta. Las personas más propensas a experimentar cambios en su estado de ánimo son más susceptibles a utilizar el bronceado como mecanismo de “compensación”. Es decir, utilizan el bronceado a modo de ‘auto medicación’. Por tanto, estas personas serían más vulnerables a padecer tanorexia. Existe un estudio que asocia el trastorno afectivo estacional, una depresión estacional que se experimenta con frecuencia en otoño e invierno, con la tanorexia. Un último dato: las personas que se broncean en ‘solariums’ informan de un mayor uso de tabaco, marihuana, cocaína, anfetaminas y alcohol. Los síntomas de la adicción al bronceado o tanorexia son:

  • Necesidad de incrementar la frecuencia o intensidad del bronceado para obtener los mismos efectos que en el pasado (tolerancia)
  • Cierto grado de malestar cuando se interrumpe la exposición solar o ultravioleta (abstinencia)
  • Seguir bronceándose a pesar de la conciencia de su impacto negativo en la salud (p. ej., quemaduras, pecas, etc.)

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Efectos perjudiciales de la tanorexia

Aunque la tanorexia como tal no está incluida entre los trastornos adictivos en los manuales de diagnóstico, parece claro que se trata de una más de las llamadas adicciones comportamentales. Un adicto al bronceado queda expuesto claramente a una mayor probabilidad de padecer melanoma maligno o cáncer de piel. También puede sufrir quemaduras y otras afecciones dermatológicas. Como consecuencia de la tanorexia también se da un envejecimiento prematuro. Puede ser causa de daños oculares por la exposición directa en las cabinas de rayos UVA e incluso por la exposición solar.

Pero probablemente, el mayor perjuicio que causa la tanorexia es de tipo psicológico. Muchos médicos informan acerca de personas que con la recomendación expresa de evitar la exposición solar, reiteradamente recurren a los solariums. Hay que tener en cuenta que, en base al fototipo de la piel, algunas personas son más susceptibles al efecto perjudicial de la radiación ultravioleta.

Al igual que ocurre en el alcoholismo, la distorsión psicológica que impone la adicción impide a la persona evaluar correctamente el mecanismo riesgos-beneficios. En casos agudos de dependencia al alcohol, personas con una afectación hepática severa continúan bebiendo incluso con la advertencia médica de posible fallo orgánico generalizado. Algo parecido ocurre con la adicción al bronceado.

Test de adicción al bronceado

Desde nuestro Centro de Psicología en Valencia podemos ofrecerle a modo orientativo un test de adicción al bronceado. Se trata de una prueba de autoevaluación inicial. El resultado de este test no tiene carácter diagnóstico. En caso de duda, lo mejor es consultar con un psicólogo especialista en adicciones Valencia.

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