El consumo simultáneo de alcohol y cocaína es relativamente frecuente. Aproximadamente 8 de cada 10 personas que consumen cocaína beben alcohol de forma conjunta. Se trata de una combinación peligrosa que puede tener consecuencias desconocidas para la mayoría de los consumidores. Por eso, resulta imprescindible conocer que en presencia del alcohol el cuerpo transforma la cocaína en cocaetileno (una sustancia más tóxica que la cocaína).
8 de cada 10 consumidores de cocaína beben alcohol simultáneamente.
Cabe destacar que tanto el alcohol como el cocaetileno potencian la toxicidad de la propia cocaína. Por lo tanto, tomar cocaína y alcohol simultáneamente aumenta el riesgo de afectación cardíaca y de sufrir sobredosis.
Consumir alcohol y cocaína simultáneamente resulta muy perjudicial y peligroso.
El cocaetileno como sustancia tóxica
Todos sabemos que el alcohol y la cocaína son perjudiciales. Pero consumir ambas sustancias al mismo tiempo es más peligroso todavía y puede provocar un desenlace fatal. Veamos con detalle como interaccionan estas sustancias en el cuerpo humano.
En presencia de alcohol, el cuerpo transforma la cocaína en tres metabolitos: cocaetileno, norcocaetileno y norcocaína. El cocaetileno es el más importante de todos, ya que inhibe la recaptación de dopamina (igual que la cocaína). Esto quiere decir que tiene un efecto sinérgico al de la cocaína. Por esta razón la sensación de euforia es más intensa al consumir alcohol y cocaína (aunque más breve). Esto suele provocar un aumento del consumo de cocaína, por lo que también aumentarán los efectos perjudiciales.
Aproximadamente el 17 por cien de la cocaína se transforma en cocaetileno en presencia de etanol. Cabe destacar que la toxicidad del cocaetileno es mayor que la de la cocaína. Es decir, la dosis letal (DL50) del cocaetileno (aprox. 60 mg/kg) es menor que la de la cocaína (aprox. 90 mg/kg). Además, su vida media es más larga (2 horas frente a las 1,3 horas de la cocaína), por lo que tarda más en eliminarse.
El cocaetileno es más tóxico que la cocaína.
Los efectos cardiotóxicos del cocaetileno incluyen: aumento de la hipertensión, descenso de la función miocárdica y arritmias. Es decir, el cocaetileno aumenta la toxicidad de la cocaína. Por todos estos motivos, en la desintoxicación y tratamiento de la adicción a la cocaína debemos tener en cuenta la presencia de estas sustancias.
El cocaetileno aumenta la toxicidad de la cocaína.
El peligro de tomar alcohol y cocaína al mismo tiempo
El alcohol y la cocaína son drogas frecuentes en entornos de ocio. Es habitual mezclar ambas sustancias ajenos al riesgo que supone el consumo simultáneo de ambas drogas. Aunque inicialmente ambas sustancias son euforizantes, realmente el etanol es una droga depresora. Podríamos decir que bebiendo alcohol es más probable aumentar el consumo de cocaína. Del mismo modo, tomando coca es más fácil beber alcohol sin notar la borrachera. El mecanismo es ciertamente peligroso: en presencia de etanol, la concentración de cocaína aumenta un 20 por cien. Como consecuencia, aumenta la cardiotoxicidad y las probabilidades de sufrir un desenlace fatal por sobredosis de cocaína.
El consumo de cocaína y etanol está asociado a una mayor cardiotoxicidad y al desenlace fatal por consumo de cocaína.
En nuestro centro para el tratamiento de la adicción a la cocaína atendemos un gran número de personas que, además de la droga, también consumen alcohol. Como comentábamos, la combinación de ambas sustancias es relativamente frecuente.
Esto representa 20 veces más respecto al riesgo de sufrir sobredosis e incluso muerte súbita. Por esta razón, si estás teniendo problemas con la coca debes ponerte en contacto con tu médico o llamar al centro de desintoxicación Ivatad.
Cocaína, alcohol, embarazo y lactancia
El consumo de alcohol y cocaína (juntos o por separado) es absolutamente contraproducente durante el embarazo y la lactancia. Debemos tener en cuenta que la cocaína y su principal metabolito (benzoilecgonina) pueden ser eliminadas a través de la leche materna.
Resulta fundamental saber que la exposición de los lactantes a la cocaína supone un riesgo extremo para los bebés. Por lo tanto, durante el embarazo o la lactancia no debes consumir cocaína bajo ningún concepto.
Los recién nacidos son extremadamente sensibles al alcohol y la cocaína.
La investigación científica ha confirmado que existen reacciones adversas graves en recién nacidos expuestos a la cocaína a través de la leche materna. Por lo tanto, la cocaína no debe ser utilizada por madres lactantes, ni siquiera por nadie que esté cerca de los bebés.
Las madres lactantes deben evitar a toda costa el consumo de alcohol y drogas.
El consumo de cocaína y bebidas alcohólicas durante la gestación resulta extremadamente tóxico para el feto ya que ambas sustancias atraviesan la barrera placentaria e interfieren en su crecimiento. Además, el consumo de alcohol durante el embarazo puede causar graves daños al feto (síndrome alcohólico fetal).
Por lo tanto, resulta absolutamente aconsejable que las mujeres en periodo de gestación o lactancia eviten el contacto con el alcohol o drogas como la cocaína.