Las casas de apuestas en Valencia, y en concreto las de apuestas deportivas, han experimentado un notable crecimiento durante los últimos años. Es por ello que, como una forma de ludopatía, estar enganchado a las apuestas deportivas puede resultar más fácil de lo que a priori todo el mundo piensa. Al igual que ocurre con el consumo de alcohol o el cannabis, apostar es una conducta muy normalizada. Además, va envuelta de una gran ausencia de peligrosidad.
Estar enganchado a las apuestas deportivas
En muy poco tiempo las opciones para apostar han pasado a tener gran presencia mediática en nuestra sociedad. Su oferta se ha multiplicado por mil en las marquesinas de nuestras ciudades, en los anuncios de internet o incluso en la radio o la televisión. La publicidad de este tipo de actividades a pasado directamente de ser discreta a muy agresiva. Está bien diseñada y perfectamente dirigida, sobre todo a los más jóvenes. Incluso cabría una especial mención al problema del juego en las mujeres. Muchas de ellas se sienten tremendamente afectadas por el gran impacto de la publicidad en todos los medios.
Tanto es así, que incluso se ha regulado desde el Gobierno de España una legislación específica de la publicidad del juego. Prohibido publicitar las apuestas deportivas hasta altas horas de la madrugada. Los jóvenes ludópatas quedaban en esta excepcional circunstancia, absolutamente expuestos entre el coronavirus y la tentación del móvil o el PC para “matar el tiempo” apostando. No hay futbol, da igual. Puedes apostar a cualquier cosa. Y cualquier cosa quiere decir exactamente eso.

¿Cómo se acaba engachado a las apuestas deportivas?
Hoy en día, más allá del covid19, existe un formato de comunicación online al alcance de casi todo el mundo que aporta anonimato, inmediatez y accesibilidad 24 horas. Este aspecto de la “era internet” facilita enormemente la posibilidad de desencadenar adicción a las apuestas deportivas. La regulación sobre los espacios físicos o casas de apuestas tampoco tardará en llegar. De hecho, en la era pre-coronavirus, ya estaba en marcha esta legislación. Lo cierto es que el juego online está adquiriendo un enorme protagonismo en los dos últimos años según las últimas encuestas.
Es importante destacar que, tanto en las apuestas deportivas, las cuales implican ciertos conocimientos, como en los juegos de azar, en los que es probable una recompensa económica, existe un potencial adictivo del cual hay que tener conciencia. Es decir, tanto los juegos de azar como las apuestas deportivas pueden conducir a la ludopatía. A pesar de que el juego tiene una parte lúdica y ha formado parte de la historia de la humanidad, facilitando la diversión e incluso el aprendizaje, también tiene un lado dañino. Sobre todo cuando se utilizan a modo de negocio generador de beneficios económicos.
Diferencias entre jugar y apostar
En general, jugar es apostar por el resultado de un juego o un evento que puede resolverse de diferentes formas. Por lo general consiste en poner en juego una cantidad específica de dinero con la esperanza de ganar más. Por lo tanto, es seguro decir que el juego es una actividad que depende del azar, de la suerte del jugador y no tiene nada que ver con la experiencia, habilidades y competencias de esa persona. Hoy en día, algunas de las actividades de juego más populares son las tragaperras virtuales o “slots machines”, los juegos de casino online o los juegos de mesa, que incluyen los Dados, el Video Póker, la Ruleta, el Bacarrá o el Blackjack. En algunos países, los gobiernos tienden a controlar o regular el juego, ya que este es de naturaleza adictiva.
Cuando apostar es ludopatía
La diferencia entre el juego y el juego patológico es que el primero se define como una experiencia de entretenimiento y diversión en la cual se participa de forma moderada disfrutando de la misma. Sin embargo el juego patológico aparece cuando se genera una problemática en las diferentes áreas que conforman la vida de la persona. Aparece entonces una abstracción psicológica, afectación familiar, social, económica, laboral, académica o incluso problemas legales. El juego patológico implica la presencia de una o varias de las siguientes características:
✔️ Existe una preocupación frecuente y reiterada por el juego.
✔️ Se utiliza el juego como una maniobra para recuperar las pérdidas generadas por jugar.
✔️ Se emplea el juego para calmar emociones negativas: frustración, ansiedad…etc.
✔️ Existe inquietud, irritabilidad o enfado cuando se interrumpe el juego.
✔️ Los intentos por dejar de jugar por uno mismo no funcionan.
✔️ Se necesita jugar una mayor cantidad cada vez para obtener placer.
✔️ Se miente al entorno familiar sobre la verdadera incidencia que tiene juego en la vida del jugador.
✔️ Se ponen en riesgo o se pierden, relaciones personales, oportunidades laborales o interrumpen la evolución académica por culpa del juego.
La Organización Mundial de la Salud también ha llamado al juego problemático “enfermedad”. En su 72a Asamblea Mundial de la Salud, celebrada el sábado 25 de mayo de 2019, decidió que el “trastorno del juego” es oficialmente una enfermedad. La reunión de los 194 miembros agregó el término “juego compulsivo” al revisar su Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (ICD-11).
¿Y las apuestas deportivas crean adicción?
Las apuestas deportivas se consideran una forma de juego. Más precisamente, apostar se trata de predecir el resultado de un evento futuro y colocar un depósito en ese resultado. Oficialmente las apuestas se identifican como una actividad comercial organizada entre dos partes. Una que predice un resultado y realiza una apuesta, y la otra que gana o pierde la apuesta y paga o se queda el dinero acordado con el jugador. En otras palabras, las compañías de apuestas como los casinos se dedican a invitar a sus miembros a hacer apuestas y cobrar las ganancias de acuerdo con las apuestas que realizan los jugadores.
Algunas de las formas más populares de apuestas hoy en día son: los juegos de casino, las apuestas deportivas, las carreras de caballos etc. O incluso cualquier evento importante que tenga lugar en cualquier parte del mundo. Como forma de juego, por tanto, las apuestas deportivas también pueden crear adicción.
Principales diferencias entre juegos de azar y apuestas deportivas
Las apuestas se refieren a predecir el resultado de un evento futuro. Las personas que hacen apuestas intentan ganar dinero prediciendo cuidadosamente el resultado de un evento apostado. Si bien las apuestas no son tan arriesgadas e inciertas, los juegos de azar dependen completamente de la teoría de la probabilidad. Cuando las personas juegan, sus resultados varían entre victorias y derrotas. Por esta razón la mayoría de los jugadores están de acuerdo en que el juego ofrece mayor emoción que las apuestas. Tal vez por ello muestren mayor prevalencia los juegos de azar que las apuestas deportivas.
Consecuencias de la adicción a las apuestas deportivas
Estar enganchado a las apuestas deportivas es pues relativamente fácil. Esta conducta se ha convertido en la nueva y atractiva forma de socializar con tus “iguales”. Se ofrecen espacios físicos atractivos y se recrea un ambiente agradable, cómodo y repleto de gratificaciones para poder empezar a apostar (bonos de bienvenida). No es necesario una gran cantidad de dinero para que avance. Las apuestas deportivas aparecen pues como una bonita forma de relacionarse y dirigen inevitablemente al usuario, por su carácter adictógeno, a terminar aislandole de todo tipo de contacto social.
Ser adicto a las apuestas deportivas te acabará apartando de tu familia y tus amigos. Además, impone un elevado sentimiento de culpa o vergüenza. Al mismo tiempo, apostar se convierte en la conducta predilecta para compensar el desajuste psicológico, emocional, o incluso físico que se padece. Básicamente, estar enganchado a las apuestas deportivas provoca el siguiente cuadro:
✔️ desajustes en el ciclo del sueño.
✔️ alteraciones en el apetito.
✔️ desadaptación de la conducta sexual.
✔️ Pero fundamentalmente, donde más se expresa la adicción a las apuestas es en un marcado cambio del estado de ánimo. Cuando el jugador va ganando es fácil encontrarle eufórico. En el lado opuesto, cuando el jugador no cumple con las expectativas en sus apuestas deportivas, es fácil encontrarle irritado, ansioso o de mal humor. Bastante parecido a cuando un alcohólico para de beber o cuando un cocainómano no consigue cocaína.
¿Tiene solución estar enganchado a las apuestas deportivas?
En caso de sentirte identificado con las vivencias anteriores es de vital importancia acudir a profesionales especializados. La socorrida “fuerza de voluntad” sin la ayuda de terapeutas expertos, no es suficiente a la hora de dejar de jugar. Cuando hablamos de juego patológico lo primero que queda anulado es “la fuerza de voluntad”. En Ivatad Valencia Adicciones podemos ayudarle. Ofrecemos tratamiento de la ludopatía en Valencia. Puede llamar al 617 84 64 02 y pedir más información.
No existe una causa única que desencadene la aparición del juego patológico, por lo tanto, requiere una intervención en todas las áreas de la persona. Es habitual que el jugador pueda tener déficits a la hora de gestionar sus emociones, miedos, la impulsividad y sobre los cuales es importante trabajar. Además, es de vital importancia que las personas que rodean y acompañan al adicto al juego tengan un conocimiento objetivo de qué significa estar enganchado a las apuestas deportivas.
Por Belén M. (Psicóloga General Sanitaria) y Ricardo Giner (Dirección en Ivatad Valencia Adicciones).
2 comentarios en «¿Estoy enganchado a las apuestas deportivas?»
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