La incuestionable evidencia de la adicción al popper

persona sostiendo un envase de popper

La adicción al popper no está aceptada por una parte del colectivo médico. Sin embargo, diferentes estudios describen síntomas de dependencia al popper en casos concretos. Esto genera controversia, pues gran parte de la población percibe las drogas inhalantes como poco peligrosas. Algo similar a lo que ocurre con el cannabis o las drogas psicodélicas.

Existen evidencias científicas acerca del carácter psicoactivo del popper y su capacidad para generar adicción.

Aunque el popper no causa un síndrome de abstinencia tan intenso como otras drogas, su consumo suele provocar tolerancia e incluso dependencia. “El efecto del popper es como flotar en el aire”, según el testimonio de algunos consumidores. El popper causa euforia, aturdimiento y desinhibición sexual. Sin embargo, determinados estudios describen importantes efectos secundarios como consecuencia del consumo de esta droga. Conozcamos más a fondo cuáles son estos efectos perjudiciales, entre los que se encuentra la adicción al popper.

¿Qué es el popper?

La palabra popper hace referencia a un conjunto de sustancias (nitritos de alquilo) utilizadas como drogas recreativas. Es un líquido volátil (transparente o amarillento) de un olor frutal muy característico. Suele comercializarse en pequeñas botellas de llamativos colores, etiquetadas como productos de limpieza o ambientadores, que suelen incluir la especificación “no apto para el consumo humano”. Los consumidores inhalan el popper de estos envases obteniendo un efecto rápido pero de corta duración.

El nitrito de amilo es uno de los poppers más conocidos, utilizado con fines medicinales desde 1867. Posee propiedades vasodilatadoras por lo que fue usado durante años para el tratamiento de la angina de pecho. Sin embargo, con el paso del tiempo el nitrito de amilo ha sido reemplazado por la nitroglicerina y fármacos beta-bloqueantes.

Envase con ampollas de nitrito de amilo (popper) Londres 1976
Antiguo envase de Nitrito de amilo.

Cabe recordar que el uso recreativo del popper ha estado presente desde su descubrimiento, especialmente entre el colectivo homosexual. El consumo de esta droga produce un estado súbito de euforia, desinhibición sexual y relajación de los músculos involuntarios. Como consecuencia de este uso indebido puede aparecer la adicción al popper.

Con la pertinente controversia, la fabricación, distribución y comercialización del popper fue restringido en gran parte del mundo a finales de los años 60. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que el consumo de popper fuera de las indicaciones médicas puede ser peligroso, especialmente cuando se combina con otras sustancias. Recordemos que en España la comercialización de poppers es ilegal.

Principales efectos del popper

Con el paso de los años el consumo de popper ha adquirido un carácter de baja peligrosidad. El propio colectivo médico y algunos políticos no admiten la adicción al popper. Por ejemplo, esta carta (en inglés) de la Ministra del Interior del Reino Unido al presidente de la ACMD sobre la legislación para aclarar el estatus legal de los nitritos de alquilo (poppers). Realmente, muchas personas desconocen la peligrosidad de estas drogas y no admiten la adicción al popper. Pero veamos cuáles son sus principales efectos:

  • Euforia: suelen provocar euforia y bienestar, lo que desemboca a menudo en una experiencia gratificante.
  • Sensibilidad aumentada: los consumidores a menudo informan de experiencias sensuales intensificadas y mayor sensibilidad al tacto y otros estímulos.
  • Relajación muscular: causan relajación de la musculatura lisa, incluida la de los vasos sanguíneos y los esfínteres. En consecuencia el popper hace que el sexo anal sea más fácil, menos doloroso y más placentero. En relación a este aspecto, es bastante probable que el consumo frecuente de popper enmascare una posible adicción al sexo o hipersexualidad.

Cabe destacar que los efectos del popper son de corta duración, aproximadamente de unos pocos minutos. Como resultado, los usuarios suelen realizar múltiples inhalaciones en cortos espacios de tiempo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar adicción al popper u otros efectos secundarios.

Popper y Chemsex

El consumo de popper como potenciador sexual se remonta a su descubrimiento. Sin embargo, el uso recreativo de las drogas inhalantes no está excesivamente documentado. Encontramos la primera referencia bibliográfica (en inglés) al uso del popper como potenciador sexual en 1979: las farmacias londinenses dispensaban popper sin restricción, lo que a menudo generaba un lucrativo mercado entre el colectivo homosexual. Más adelante llegó la prohibición, pero el nitrito de amilo continuó distribuyendose como afrodisiaco a través de canales alternativos como los sex-shops o la venta online con la aparición de internet.

El consumo de poppers es frecuente durante la práctica del Chemsex. Sus propiedades le confieren un atractivo especial para aquellos que desean amplificar las relaciones sexuales. Sin embargo, es preciso destacar la peligrosidad que envuelve el consumo de popper junto a otras drogas ya que esta combinación puede provocar graves consecuencias.

Por ejemplo, las propiedades vasodilatadoras de los nitritos de alquilo pueden potenciar el efecto del sildenafilo (Viagra ®) y causar complicaciones. Del mismo modo, el consumo simultáneo de popper y tusi, cocaína, ketamina, alfa-pvp o metanfetamina, puede provocar importantes reacciones adversas. Descubre más información en nuestra página: Chemsex en Valencia: situación actual, salud mental y adicciones.

La adicción al popper y otros efectos secundarios

El consumo frecuente de popper puede provocar importantes efectos secundarios, entre ellos la adicción. Además puede ocasionar otros efectos secundarios:

  • Tolerancia: con el tiempo el cuerpo desarrolla tolerancia a los efectos del popper. Esto hace que los usuarios aumenten la dosis para lograr el mismo efecto, lo que puede desembocar en adicción.
  • Dependencia y síndrome de abstinencia: el consumo de popper puede provocar dependencia física y psicológica. Esto significa que el cuerpo la necesita para funcionar normalmente. Como consecuencia, el cese abrupto del consumo de popper puede provocar síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, mareos, sudoración y náuseas (pág. 391, en inglés).
  • Adicción al popper: los anteriores efectos pueden conducir a la adicción, donde los usuarios no consiguen dejar de consumir a pesar de las consecuencias negativas.
  • Alteraciones cardiovasculares: el consumo de poppers causa hipotensión debido a la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto puede estar relacionado con un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos y arritmias.
  • Problemas respiratorios: el consumo frecuente de inhalantes, como el popper o el óxido nitroso (gas de la risa), suele provocar tos, sibilancias y dificultad para respirar. Además puede provocar quemaduras en la nariz y la garganta.
  • Efectos neurológicos: la evidencia sugiere que el uso repetido de popper tiene efectos neurotóxicos. Algunos estudios demuestran cambios en la estructura cerebral entre los usuarios, lo que podría provocar deterioro cognitivo.
  • Problemas oculares: se han descrito con frecuencia trastornos visuales en consumidores de popper, como pérdida temporal de la visión. La retinopatía y la maculopatía aparecen con relativa frecuencia entre los consumidores.

Descubre información relacionada en nuestra página: las personas LGBT son más propensas a las adicciones.

Estudios que avalan la adicción al popper

La adicción al popper se refiere al estado en el que el cuerpo se adapta a la sustancia y su ausencia provoca síntomas de abstinencia. Si bien los poppers están considerados poco adictivos, determinadas personas desarrollan dependencia con el uso repetido.

La investigación sobre la adicción al popper es bastante limitada. La mayoría de estudios proviene de casos puntuales, evidencia anecdótica y observaciones de profesionales de la salud. Dado que los poppers a menudo se usan con fines recreativos, los estudios de investigación son escasos y se han centrado en otros efectos secundarios (metahemoglobinemia, retinopatía, etc.). Estos son algunos estudios científicos que describen la adicción al popper:

  1. Este estudio (en inglés) publicado en la revista “Drug and Alcohol Dependence”, Reliability of use, abuse, and dependence of four types of inhalants in adolescents and young adults, informa sobre los síntomas de abstinencia tras suspender el consumo de poppers.
  2. Otro estudio científico (en inglés) del “Journal of Psychoactive Drugs”, Use of Poppers among Adults in the United States, describe que “mientras un estudio encontró asociación entre el uso de poppers y efectos adversos como ansiedad, depresión u otros daños relacionados con las drogas, otros estudios sugieren que los poppers muestran un perfil de riesgo bajo de dependencia.
  3. El estudio publicado en “Journal of Psychoactive Drugs” (en inglés), Observations from a peculiar case of volatile substance dependence, analiza varios aspectos de los poppers, incluido el potencial de dependencia física. Destaca que si bien la dependencia a los poppers no está tan documentada como en otras sustancias, sigue siendo una posibilidad, particularmente con el uso crónico o intenso.

Cómo actuar frente a la adicción al popper

Hay que destacar que el consumo de popper no solo es peligroso sino también ilegal en muchos países del mundo, debido a los riesgos para la salud. Si usted o alguien que conoce está luchando contra la adicción al popper, es crucial que busque ayuda profesional de médicos expertos o especialistas en adicciones. En Ivatad ofrecemos apoyo, orientación y opciones de tratamiento adecuadas para abordar la adicción al popper de manera efectiva.

No obstante, debemos tener en cuenta que las respuestas individuales al popper pueden variar ampliamente, y que no todos los consumidores desarrollan dependencia. Sin embargo, el riesgo de padecer adicción aumenta con el uso frecuente o prolongado en todas las personas.