El gobierno estadounidense ha declarado la combinación de xilacina y fentanilo como amenaza emergente de carácter nacional. Las redes del narcotráfico utilizan este analgésico de uso veterinario para adulterar el fentanilo o la heroína con el ánimo de aumentar los beneficios y prolongar los efectos de las drogas. Una combinación que resulta mortal en un gran número de casos. Esto podría estar empeorando profundamente la crisis de opioides que vive el país desde hace años.
¿Qué es la xilacina?
Recientemente hablamos del fentanilo y su relación con la crisis de opioides. ¿Pero qué es la xilacina? Se trata de un fármaco utilizado en veterinaria como analgésico, sedante y relajante muscular. Normalmente se administra a caballos, perros y ganado bovino, para calmarlos en procedimientos quirúrgicos o diagnósticos. Por lo tanto, se utiliza frecuentemente junto a la ketamina para conseguir la anestesia de animales de gran tamaño. Sin embargo, el uso médico de xilacina en humanos no está aprobado. Ni tampoco el de xilacina y fentanilo. En España existen varios medicamentos que contienen xilacina pero son de uso estrictamente veterinario.
El uso recreativo de xilacina se remonta a finales de los 90 pero actualmente se relaciona con el aumento de las muertes por sobredosis de fentanilo. La combinación de xilacina y fentanilo recibe el nombre de ‘anestésico para caballos’, ‘tranq’ o ‘droga zombi’ entre los consumidores de drogas. Esta combinación busca principalmente alargar los efectos de la heroína o el fentanilo, aunque la xilacina también puede aparecer como adulterante en otras drogas.
Vale la pena destacar que la xilacina no está destinada al uso humano y su uso recreativo es muy peligroso. De hecho, puede poner en peligro la vida. La xilacina únicamente se debe utilizar bajo la supervisión de un veterinario o profesional médico, y nunca con fines distintos a sus indicaciones. El uso indebido de xilacina puede provocar graves riesgos para la salud que se agravan en presencia de fentanilo.
Reaparece la droga zombi
A la combinación de xilacina y fentanilo también se le conoce coloquialmente como “droga zombie”. Esto se debe al estado de letargo, desorientación y disminución de la capacidad de respuesta de los consumidores. Utilizar xilacina y opioides hace que los usuarios parezcan zombis, ya que pueden tener dificultad para moverse, hablar o responder a su entorno. Además, suele provocar importantes lesiones cutáneas. Esto es debido a que disminuye la perfusión de los tejidos blandos e impide la cicatrización de las heridas, por lo que aumenta el riesgo de infección, ulceración y necrosis de la piel.
Es importante tener en cuenta que el término “droga zombie” no es una clasificación médica, sino un término callejero utilizado para describir el comportamiento de consumidores de xilacina, fentanilo u otras drogas.
El consumo de estas sustancias con fines recreativos es un importante problema de salud pública. Por esta razón, el término “droga zombi” se utiliza para resaltar los graves efectos del uso indebido de estas sustancias. No obstante, debemos tener en cuenta que esta terminología (droga zombie, droga caníbal, etc.) reaparece cada cierto tiempo con fines sensacionalistas.
Debemos centrar nuestra atención en que el consumo de xilacina y fentanilo con fines recreativos resulta extremadamente peligroso. Consumir estas drogas juntas puede provocar sobredosis con facilidad. La xilacina está destinada a uso veterinario y únicamente debe ser administrada por profesionales autorizados. Por otro lado, el fentanilo es un opioide muy potente que únicamente debe ser utilizado bajo estricta supervisión médica.
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El peligro de combinar xilacina y fentanilo
La xilacina y el fentanilo son fármacos con un potente efecto depresor sobre el sistema nervioso central cuya combinación puede ocasionar graves interacciones farmacológicas, potencialmente mortales. Cuando se consumen simultáneamente estas drogas se produce un efecto sinérgico, lo que significa que su acción combinada es mayor que la suma de sus efectos individuales. Esto suele provocar una sedación extrema, depresión respiratoria y un riesgo significativamente mayor de sobredosis.
El mayor problema es que hoy en día cualquier droga puede estar adulterada con fentanilo o xilacina. No solamente la heroína, sino también la cocaína. Por esto, el gobierno estadounidense ha declarado la amenaza sanitaria que supone la combinación de fentanilo y xilacina.
Ambos medicamentos causan depresión respiratoria por sí mismos y cuando se usan juntos este efecto se intensifica. La depresión respiratoria es una desaceleración o supresión de la frecuencia respiratoria, lo que puede provocar falta de oxígeno y consecuencias fatales. De hecho, esto representa un grave problema. La interacción entre la xilacina y el fentanilo (o la heroína) no está perfectamente estudiada. Sin embargo, los últimos estudios apuntan a que la xilacina aumenta la incapacidad del cerebro para recibir oxígeno bajo los efectos del fentanilo.
El uso de xilacina y fentanilo juntos no es una práctica médicamente aprobada ni segura, y nunca debe realizarse fuera de un entorno médico controlado. Debemos recordar la extraordinaria potencia que tiene el fentanilo y la facilidad con que provoca sobredosis. Por lo tanto, la combinación de estas drogas se asocia con un alto riesgo de sobredosis y muerte.
Si usted o alguien que conoce está luchando contra la adicción a los opioides, es importante que contacte con su médico o un especialista en adicciones que pueda ofrecerle orientación profesional.
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