Podríamos definir ser adicto a los esteroides de muchas formas. En primer lugar, como ocurre con otras adicciones, un adicto a los esteroides probablemente no reconozca esta condición. Por otro lado, la adicción a los anabolizantes suscita controversia médica desde hace años. Antes de empezar, conviene saber que los esteroides anabolizantes son derivados sintéticos de la testosterona (hormona sexual masculina).
El consumo de derivados de la testosterona se popularizó hace décadas en parte de la población, principalmente entre los jóvenes varones aficionados al deporte (aunque también los utilizan las mujeres). En este sentido, los esteroides anabolizantes se utilizan en el contexto recreativo con el ánimo de aumentar la masa muscular, el rendimiento físico y también para mejorar la imagen.
La adicción a los anabolizantes
Los esteroides anabolizantes son fármacos concebidos para uso médico. De hecho, son muy eficaces para el abordaje de algunas patologías. El problema surge cuando se utilizan fuera de sus indicaciones o con una finalidad distinta a la terapéutica. De hecho, numerosos estudios describen efectos perjudiciales como consecuencia del uso indebido de anabolizantes, entre ellos la adicción.

Aunque la adicción a los esteroides no figura entre los trastornos relacionados con sustancias, tal como describe esta investigación en inglés, aproximadamente el 30 por cien de los consumidores de anabolizantes desarrollan un cuadro similar a otras adicciones. De hecho, la adicción a los anabolizantes está caracterizada por el consumo repetido a pesar de los efectos perjudiciales y aparición de síndrome de abstinencia cuando se retiran.
En cuanto a sus efectos, resulta evidente el perjuicio físico sobre el hígado, el corazón u otros órganos, que implica aumentar entre 10 y 100 veces el nivel de testosterona. Pero también aparece cierta alteración psicológica y del comportamiento entre los consumidores de estas sustancias. Por ejemplo, un adicto a los esteroides suele presentar cambios significativos del estado de ánimo y agresividad o depresión en los casos más graves.
Los esteroides utilizados como drogas
La hormonas sexuales son las sustancias que determinan nuestra sexualidad. Existen fundamentalmente tres grupos de hormonas sexuales: los andrógenos, los estrógenos y los progestágenos. La testosterona pertenece al grupo de los andrógenos y define los rasgos vinculados a la masculinidad. Cabe destacar que, tanto la testosterona como sus derivados tienen un efecto anabolizante ya que promueven la síntesis de proteínas en el musculo esquelético (aumentan la masa muscular).
Existen diferentes derivados sintéticos de la testosterona diseñados con fines médicos. Por ejemplo, nandrolona (Deca-durabolin), estanozolol (Winstrol depot), mesterolona (Proviron) o metenolona (Primobolan). Algunos de estos medicamentos ya están retirados en España y solo es posible conseguirlos en el mercado negro, lo que implica un alto riesgo para la salud. Al igual que ocurre con otros fármacos, utilizar esteroides con fines distintos a sus indicaciones puede provocar graves efectos adversos, entre ellos la adicción.
Los esteroides anabolizantes solo deben utilizarse bajo prescripción médica.
Como comentábamos, adquirir esteroides a través de internet implica un grave riesgo para la salud. Además, distribuir anabolizantes por canales distintos a las oficinas de farmacia (no autorizados) supone un delito tipificado en el código penal.
No obstante, algunas personas utilizan anabolizantes con el ánimo de mejorar su rendimiento deportivo (dopping). Obviamente, esta alteración artificial del crecimiento muscular no está permitida. De hecho, el dopping está penalizado por los organismos deportivos de todo el mundo.
En cualquier caso, utilizar derivados de la testosterona con una finalidad distinta a la terapéutica puede convertirte en adicto a los esteroides y envolverte en situaciones legalmente complicadas.
Adicto a los esteroides y la imagen
Aunque inicialmente el consumo de esteroides anabolizantes se popularizó entre deportistas profesionales, con el tiempo empezaron a utilizarlos también los aficionados al deporte. Sujetos al dictamen de reglas sociales que promueven el culto al cuerpo, la delgadez y cánones similares, multitud de personas empezaron a utilizar los esteroides como una forma rápida, aparentemente inocua, de conseguir estos objetivos. Al igual que ocurre con otros medicamentos, consumir esteroides se percibe como inofensivo “ya que lo recetan los médicos”. Nada más lejos de la realidad; numerosos medicamentos pueden provocar efectos perjudiciales cuando se utilzan indebidamente. Por ejemplo, las benzodiacepinas son fármacos que pueden provocar adicción.
En cuanto a los esteroides, cabe mencionar el trastorno que afecta a la percepción de la imagen corporal denominado dismorfia. Además, esta afección puede estar relacionada con trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la vigorexia. Anteriormente ya hablamos de este tipo de alteraciones, como la adicción al bronceado o tanorexia.
En cualquier caso, el uso de esteroides anabolizantes con el fin de mejorar la imagen puede responder a una atención desmedida de la apariencia física. El consumo de anabolizantes ha trascendido desde un colectivo muy concreto, fisicoculturistas o deportistas de élite, a un amplio sector de la población rendida al “culto al cuerpo”.
No debemos olvidar que la sociedad nos transmite erróneamente valores asociados al éxito en función del aspecto, el peso o la identidad sexual. “Si quieres triunfar tienes que vestir de esta forma, ser esbelta, delgada y muy morena (o pálida, según la moda)“. Si te dejas llevar, el precio a pagar puede ser muy alto: por ejemplo, convertirte en adicto o adicta a los esteroides.
El síndrome de abstinencia del adicto a los esteroides
El consumo de esteroides para mejorar la imagen o aumentar el rendimiento físico pretende beneficiarse de los efectos anabolizantes evitando los efectos androgénicos. Esto puede resultar complicado ya que ambos efectos responden a las características propias de los esteroides. Para eludir los efectos indeseados de los anabolizantes, los usuarios suelen establecer periodos de consumo y abstinencia, denominados “ciclos”.
Por las mismas razones que algunas personas que consumen alcohol o cocaína pueden desarrollar dependencia y abstinencia, un adicto a los esteroides también puede sufrir los mismos síntomas (irritabilidad, ansiedad, cambio de humor, fatiga, insomnio, etc.). En los casos de adicción más severos, la retirada de esteroides puede provocar depresión con ideación suicida. Ver el video “adicción a los esteroides anabolizantes”:
El patrón de administración de esteroides varía de una persona a otra; algunas personas los utilizan en ciclos de 6 a 18 semanas con períodos de descanso para restaurar el eje hipotalámico-pituitario-gonadal (HPG). En este sentido, algunos de ellos experimentan un síntoma similar al síndrome de abstinencia denominado “furia esteroidea” durante los periodos de descanso (ira, agresividad, etc.). Para evitarlo, los consumidores alternan períodos con bajas dosis con períodos de dosis más altas.
Cabe mencionar que los esteroides se asocian con una amplia gama de efectos adversos como el acné, la alopecia, el aumento de peso y la disfunción sexual. Además, la ginecomastia (aumento de los pechos) y la reducción testicular están relacionados con el desequilibrio hormonal que causan los esteroides.
Tratamiento de la adicción a los esteroides
El tratamiento de elección para un adicto a los esteroides va dirigido fundamentalmente a que la persona cambie la forma de relacionarse con su cuerpo. Es decir, ayudarle a gestionar los pensamientos, emociones y comportamientos que le hacen estar pendiente en todo momento de su musculación.
La psicoterapia cognitivo-conductual y la terapia de grupo ofrecen buenos resultados. Al mismo tiempo, recomendamos la participación de un nutricionista o dietista en el tratamiento. Es muy frecuente entre los adictos a los esteroides el uso de complementos vitamínicos y dietas ricas en proteínas. En términos generales, otorgan una gran importancia a la ingesta de alimentos y suele ser necesario reajustar un balance nutricional apropiado.
Por último, estudios recientes demuestran la afectación de las funciones ejecutivas en personas que abusan o dependen de los esteroides. Esto puede estar relacionado con la elevada comorbilidad con otras adicciones, como la adicción a la cocaína, o con el síndrome de hiperactividad por déficit de atención (TDHA). Cuando existen varias afecciones es recomendable atender por separado y coordinadamente cada uno de los trastornos. Para más información, contacta con Ivatad. Ofrecemos tratamiento psicológico a personas que tienen problemas con los esteroides.