Cocaína y Sexo: aspectos fundamentales a tener en cuenta

Mujer consume cocaína antes del sexo

El consumo de drogas y el sexo siempre han estado relacionados. El alcohol, el éxtasis, y particularmente la cocaína, son sustancias psicoactivas muy vinculadas al sexo. Concretamente la cocaína, es una droga estimulante que ejerce un impacto significativo en la conducta sexual. Sin embargo, los efectos de la cocaína en el sexo varían en función de la persona, la dosis y la frecuencia del consumo.

Inicialmente la cocaína tiene un efecto afrodisíaco, ya que aumenta la libido y el deseo sexual. Tiene un efecto desinhibidor y hace que la persona se sienta más segura y extrovertida sexualmente. Sin embargo, a medida que desaparece su efecto estimulante, la cocaína ejerce una acción opuesta sobre el sexo. Tanto es así que, el consumo repetido de cocaína provoca una disminución del deseo sexual, o incluso impotencia en los casos más graves.

La cocaína tiene un efecto desinhibidor y afrodisíaco inicialmente pero a medida que desaparecen su efectos ejerce una acción opuesta sobre el sexo.

¿Cómo afecta la cocaína al deseo sexual?

Tanto el consumo crónico como el consumo esporádico de cocaína tienen efectos considerables sobre el sexo. Probablemente el consumo repetido de cocaína sea el más problemático, aunque también es contraproducente el consumo ocasional de esta droga. El consumo crónico de cocaína provoca cambios en el sistema de recompensa del cerebro. Esto se traduce en una disminución de la capacidad para experimentar placer y del interés por el sexo. Además puede provocar desequilibrios hormonales, lo que afecta aún más a la función sexual.

Aunque en un primer momento tiene un efecto euforizante, el consumo de cocaína disminuye la capacidad de experimentar placer y el interés por el sexo.

Es importante tener en cuenta que cualquier tipo de consumo de cocaína implica consecuencias negativas. Tanto el consumo crónico como consumir cocaína de vez en cuando es perjudicial, ya que facilita conductas sexuales de riesgo (como las relaciones sexuales sin protección), enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados. Además, la cocaína puede provocar daños en diferentes partes del cuerpo (incluidos los órganos genitales) y también puede provocar adicción. Buscar ayuda profesional es crucial para cualquiera que tenga problemas con el consumo o la adicción a la cocaína.

El sexo con cocaína

Hasta nuestro centro de desintoxicación en Valencia llegan personas que han consumido cocaína y tienen una desadaptación sexual considerable. Es importante tener en cuenta que en Ivatad desaconsejamos participar en cualquier comportamiento ilegal o peligroso (como tomar cocaína o tener sexo bajo los efectos de las drogas). Si bien algunas personas informan que sienten mayor placer y deseo sexual durante las relaciones, los efectos de la cocaína sobre el sexo son claramente perjudiciales e impredecibles ya que varían ampliamente de una persona a otra.

La experiencia sexual bajo los efectos de la cocaína es una vivencia amplificada, artificial y fantasiosa del sexo.

El consumo de cocaína, además de la afectación sexual, puede tener otras consecuencias negativas como la dependencia física y psicológica, cambios del comportamiento y conductas de riesgo. Recordemos que participar en actividades sexuales bajo la influencia de sustancias psicoactivas (como en el chemsex) aumenta el riesgo de padecer consecuencias no deseadas.

relaciones sexuales condicionadas por el consumo de coca
La cocaína ofrece una experiencia amplificada, artificial y fantasiosa del sexo.

Tener sexo bajo los efectos de la cocaína favorece las ETS, los embarazos no deseados, y puede ocasionar comportamientos peligrosos. Además, la cocaína interfiere de forma importante en las relaciones de pareja. De este modo, recomendamos priorizar la salud y tomar decisiones conscientes. Podríamos decir que la cocaína no es en absoluto una buena compañera del sexo.

Las drogas y el sexo en entornos recreativos

Algunas personas consumen drogas en entornos recreativos, como el éxtasis (MDMA) o la cocaína, para mejorar sus experiencias sexuales. Es importante recordar que el consumo de drogas puede tener efectos impredecibles y potencialmente peligrosos. Por ejemplo, aumentan el ritmo cardíaco, elevan la presión arterial, causan deshidratación y modifican el comportamiento, lo que aumenta la probabilidad de participar en actividades sexuales de riesgo. La hepatitis, el VIH, la depresión o la psicosis cocaínica, son algunas de las consecuencias más graves que tiene el consumo de drogas en entornos recreativos respecto del sexo.

Usar drogas en entornos de ocio, especialmente en combinación con alcohol, puede tener graves consecuencias ya que aumenta la probabilidad de participar en comportamientos sexuales de riesgo.

En los espacios de ocio encontramos al alcohol de forma omnipresente. Hasta cierto punto, el consumo de drogas y alcohol en los entornos de ocio está normalizado. Además del alcohol, la droga más consumida en entornos recreativos es el cannabis, pero también es frecuente el consumo de cocaína, alfa-pvp, éxtasis o GHB.

Una mujer desinhibida sexualmente tras el consumo de cocaína
La cocaína está relacionada con una mayor probabilidad de participar en comportamientos sexuales de riesgo.

En Ivatad no recomendamos bajo ningún concepto el consumo de drogas, ni siquiera con la intención de mejorar las relaciones sexuales. Es importante tener en cuenta que tomar drogas, especialmente en combinación con alcohol, puede tener graves consecuencias, como adicción, sobredosis y otros problemas de salud.

La cocaína y el comportamiento sexual de riesgo

El consumo de cocaína se ha relacionado con una mayor probabilidad de participar en comportamientos sexuales de riesgo, incluido el sexo sin protección. Esto se debe a que la cocaína afecta al juicio, aumenta la impulsividad y reduce la inhibición sexual. Como consecuencia, la cocaína causa un deterioro de la capacidad para tomar decisiones racionales y aumenta la probabilidad de participar en prácticas sexuales de riesgo.

La principal conducta sexual de riesgo asociada al consumo de cocaína es el sexo sin protección.

Además del sexo sin protección, el uso de cocaína también provoca una disminución de la sensibilidad al dolor. Esto hace que el consumo de cocaína aumente el riesgo de participar en prácticas sexuales inseguras. Por ejemplo, la aplicación de cocaína en los órganos genitales (‘fiesta blanca’) es una práctica sexual bastante arriesgada que puede llegar a provocar graves daños en el cuerpo.

Es importante recordar que tener relaciones sexuales sin protección está relacionado directamente con la transmisión de enfermedades infecciosas (ETS) como la sífilis, la hepatitis C o el VIH. Si usted, o alguien que usted conoce, tiene problemas con el consumo de cocaína o conductas sexuales de riesgo, busque ayuda profesional lo antes posible.

La cocaína y la disfunción sexual

El consumo de cocaína está asociado con una gran variedad de disfunciones sexuales y puede tener efectos negativos sobre la función sexual tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, el consumo de cocaína puede provocar disfunción eréctil en los hombres y disminución de la excitación sexual (tanto en hombres como en mujeres). También puede retrasar o inhibir el orgasmo (anorgasmia) en ambos sexos. Del mismo modo, el uso prolongado de cocaína puede tener efectos duraderos sobre la función sexual, incluida una disminución de la libido y de la capacidad para experimentar placer.

El consumo de cocaína puede provocar distintas alteraciones en la función sexual como la disfunción eréctil, la disminución de la excitación o la anorgasmia.

El consumo de cocaína es particularmente problemático en personas con adicción al sexo. Incluso de forma puntual, el consumo de cocaína afecta a las relaciones de pareja. Es importante recordar que buscar ayuda profesional es crucial para cualquier persona que tenga problemas con la cocaína. Esto ayudará a reducir el riesgo de sufrir consecuencias perjudiciales y mejorar la función sexual en general.

¿Tener sexo con cocaína puede ser peligroso?

Absolutamente. Cualquier tipo de consumo de cocaína es peligroso, por lo que tener sexo con cocaína no es en absoluto recomendable. De hecho, participar en actividades sexuales bajo la influencia de la cocaína es peligroso por las siguientes razones:

  1. Causa dependencia. La cocaína es una sustancia altamente adictiva, y participar en actividades sexuales bajo los efectos de la cocaína aumenta el riesgo de crear adicción a la cocaína y adicción al sexo.
  2. Cambia el comportamiento sexual. La cocaína afecta al juicio y a la capacidad de tomar decisiones, lo que puede provocar un comportamiento sexual de riesgo. Por ejemplo, tener relaciones sexuales sin protección, participar en actividades sexuales con múltiples parejas o participar en actividades sexuales no consentidas.
  3. Deteriora de la función sexual. Si bien la cocaína puede aumentar inicialmente el deseo sexual, su uso prolongado provoca disfunciones sexuales como la disfunción eréctil, disminución de la libido y dificultad para experimentar placer.
  4. Aumenta el riesgo de infección de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Tener sexo con cocaína aumenta el riesgo de transmitir o adquirir ETS, debido a la alteración del comportamiento y la disminución de la inhibición sexual.
  5. Aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La cocaína aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que ejerce una presión adicional en el sistema cardiovascular durante la actividad sexual. Esto puede ocasionar complicaciones potencialmente mortales, como un ataque al corazón, un derrame cerebral u otros eventos cardiovasculares.

Es importante priorizar la salud y tomar decisiones sensatas cuando se trata de actividad sexual y consumo de drogas. Recomendamos buscar ayuda profesional a cualquier persona que tenga problemas con el sexo y el consumo de cocaína. De forma orientativa, puede realizar aquí el test de la adicción al sexo.