El consumo de pornografía en adolescentes y sus consecuencias

Un adolescente mirando pornografía en su teléfono móvil

El consumo de pornografía está aumentando de forma alarmante entre los adolescentes en los últimos años. La gran expansión de internet y el uso inadecuado de las nuevas tecnologías podrían estar relacionados con este crecimiento. Además, el contacto con estos contenidos se produce a edades cada vez más tempranas: estudios recientes indican que la edad media de inicio en el consumo de pornografía en España es de 11 años.

En este sentido, los expertos concluyen que el consumo de pornografía en la adolescencia interfiere en el desarrollo emocional, social y afectivo de los jóvnes e implica un mayor riesgo de desadaptación sexual y de expresar conductas violentas hacia la mujer. Por lo tanto, conocer en profundidad las causas y efectos del consumo de pornografía en los adolescentes resulta de vital importancia para evitar sus consecuencias.

Las nuevas tecnologías y la pornografía

Con la expansión de internet la pornografía ha pasado a ser mucho más accesible. Incluso sin pretenderlo, encontrar material explícito en la red resulta muy sencillo. Por lo tanto, conseguir un espacio digital seguro que mantenga a salvo a niños y adolescentes de contenidos pornográficos constituye uno de los mayores retos actualmente para la sociedad.

Además, implementar una formación específica para los jóvenes sobre el uso saludable de internet resulta cada vez más necesario. En este sentido, resulta importante destacar que los adolescentes son más vulnerables que los adultos al impacto de la pornografía. Este es uno de los motivos por los que el acceso temprano a internet o a las redes sociales puede suponer un riesgo para los adolescentes. De hecho, los expertos recomiendan intentar retrasar el acceso a internet hasta los 14 años.

Una adolescente mirando su teléfono móvil
Una joven mirando su teléfono móvil. El acceso temprano a internet puede suponer un riesgo para los adolescentes.

También resulta fundamental dotar a los padres de una formación adecuada sobre los riesgos del uso (inapropiado) de internet y las nuevas tecnologías. Además de la pornografía, el grooming (adultos simulando ser menores), el sexting (difusión de contenido sexual personal) o el ciberstalking (acoso), son algunas de las amenazas a las que están expuestos los adolescentes en internet.

Perfil del adolescente consumidor de pornografía

La Organización Mundial de la Salud establece que la adolescencia hace referencia al periodo comprendido entre los 10 y 19 años. Teniendo en cuenta esta definición, en España el 93 por cien de los hombres y el 62 por cien de las mujeres han consumido pornografía durante su adolescencia. Analizando esta elevada prevalencia (e intentando caracterizar un perfil para el adolescente consumidor de pornografía) observamos que habitualmente son presentan los siguientes rasgos:

  • Elevada irritabilidad
  • Baja autoestima
  • Alta impulsividad
  • Intolerancia a la frustración
  • Introversión
  • Tendencia al aburrimiento

Analizar el perfil de los adolescentes que consumen pornografía puede resultar útil para diseñar programas de prevención efectivos y comprender las implicaciones clínicas de esta conducta. Nos enfrentamos a un fenómeno que requiere una rápida actuación transversal desde distintos ámbitos (social, familiar, educativo e incluso legislativo).

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Cabe resaltar que la evaluación del uso de pornografía en adolescentes puede servirnos para detectar prematuramente el consumo de sustancias psicoactivas o rasgos de personalidad desadaptativos. Además, también sirve para reducir la incidencia de la desadaptación sexual en la población adulta (como la adicción al sexo, la adicción a la masturbación, etc.).

Consecuencias del consumo de pornografía en la adolescencia

Como comentábamos, el consumo de material pornográfico en la adolescencia tiene importantes consecuencias negativas, tanto para el usuario como para los demás. En este sentido cabe resaltar que las adolescentes están particular e indirectamente perjudicadas por el consumo de porno en edades tempranas. Es decir, como consecuencia del consumo de sus homólogos varones. Estas son las principales consecuencias negativas del uso de pornografía en la adolescencia:

  • Desadaptación sexual en la edad adulta
  • Violencia de género hacia las mujeres
  • Conductas machistas
  • Baja autoestima
  • Déficit en habilidades sociales
  • Introversión
  • Aislamiento
  • Acoso virtual (stalking, bullying, etc.)

Además, observamos un incremento de la necesidad de aprobación externa, lo que genera un mayor miedo al rechazo. Sin embargo, el aspecto más destacable de todos es que aproximadamente el 80 por cien de los jóvenes que consumen pornografía tienen comportamientos de acoso, machistas o agresivos hacia las mujeres.

Una adolescente mirando su teléfono móvil con preocupación
Muchas adolescentes sufren con frecuencia algún tipo de acoso virtual relacionado con el sexo.

Consecuencias a largo plazo

Como comentábamos, consumir pornografía en la adolescencia supone un déficit de aprendizaje en la conducta sexual. En este sentido, la exposición temprana a este tipo de contenidos multiplica el riesgo de sufrir adicción a la pornografía en la edad adulta. Por lo tanto debemos tener en cuenta las implicaciones que la adicción al sexo puede tener a medio y largo plazo:

  • Interfiere en la relación de pareja: crea falsas expectativas y frustración, lo que afecta de manera importante a la relación de pareja
  • Afectación emocional: puede provocar un fuerte sentimiento de culpa o vergüenza.
  • Puede afectar al rendimiento laboral o académico
  • Facilita la cosificación de la mujer y los comportamientos violentos
  • Disfunción sexual: los consumidores habituales de porno suelen experimentar, por ejemplo, un aumento del umbral de excitación sexual por lo que pueden requerir cada vez contenidos sexuales más extremos

Principales aspectos a tener en cuenta

De cara a conocer en profundidad las causas y consecuencias que tiene el consumo de pornografía en los adolescentes veremos ahora los aspectos más relevantes a la hora de poder resolver este problema.

¿Qué lleva a un adolescente a consumir pornografía?

Posiblemente la búsqueda de satisfacer una curiosidad sexual propia de esta etapa. No obstante, determinadas carencias y rasgos psicológicos pueden aumentar las probabilidades del uso de pornografía. Esto también puede estar condicionado por el fácil acceso a estos contenidos que existe en internet. En cierto modo, tropezarse con la pornografía es relativamente habitual. El problema surge cuando la persona no dispone de argumentos para elegir con un criterio saludable. Es decir, en la adolescencia muchos de estos mecanismos no están totalmente desarrollados por lo que son especialmente vulnerables frente a la pornografía.

¿Cómo prevenir el consumo de pornografía?

La prevención del consumo de pornografía en la adolescencia se realiza a través de campañas de sensibilización e información desde instancias privadas o gubernamentales. Sin embargo resulta fundamental el aspecto docente y pedagógico. Una educación sexual y emocional apropiada resulta esencial para prevenir el uso de pornografía en los adolescentes. Formar y educar a los más pequeños sobre los problemas que puede ocasionar el porno resulta crucial para evitar sus consecuencias.

¿Cómo detectar el uso de pornografía?

Detectar el consumo de pornografía en los adolescentes puede resultar complicado. Sin embargo, el uso problemático del porno suele ir acompañado de las siguientes señales:

  • La persona se aísla de la familia y los amigos, disminuye su interacción social
  • Elevado uso nocturno de internet
  • Utiliza dispositivos ajenos para acceder a internet
  • Elimina constantemente el rastro de su navegación en internet
  • Tiene cambios acentuados del estado de ánimo cuando no puede acceder a internet (malestar, irritabilidad, agresividad, etc.).

Vemos como muchos de estos signos se corresponden con los síntomas de la adicción a internet o la adicción a las redes sociales. Si quiere más información, puede contactar con los psicólogos de la clínica Ivatad.

Cómo puede ayudarte un psicólogo

Existen terapias útiles para resolver el consumo problemático de alcohol, drogas o pornografía en adolescentes. Por ejemplo, la terapia cognitivo conductual (TCC) puede servir para gestionar de forma saludable el uso de internet, restablecer actividades beneficiosas (como hacer deporte o excursiones) o recuperar las relaciones sociales y familiares. Un psicólogo puede ayudarte a desarrollar una conducta sexual saludable, lo que tendrá grandes beneficios para ti mismo y tu entorno.

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Sexualidad saludable

Una sexualidad saludable es aquella que es recíproca, consensuada y segura. En la sexualidad todas las prácticas deben ser de mutuo acuerdo y no deben causar daño o malestar psicológico a ninguna de las partes. Por lo tanto, la sexualidad debe generar bienestar y satisfacción y bajo ningún concepto debe ser de otra manera.

También es importante saber respetar los límites y evitar cualquier comportamiento ilegal. La moralidad y los valores personales juegan un papel importante en las prácticas sexuales y determinan que tipo de relación con los demás queremos construir. Por otro lado, el diálogo y la reflexión nos ayudan a tomar decisiones saludables y disfrutar de la sexualidad de manera plena y satisfactoria. Si necesitas apoyo, o tienes dificultades relacionadas con la sexualidad, ponte en contacto con los psicólogos de Ivatad.