Esta Navidad, las adicciones y el abuso del juego, el alcohol o las drogas, serán más probables que cualquier otro año. Ser adicto sin tratamiento de la adicción es complicado. Ser adicto sin tratamiento en Navidad es bastante difícil. Pero ser adicto sin tratamiento de adicciones estas navidades de 2020, será casi una pesadilla. Si tu adicción es el alcoholismo tendrás que estar muy atento.
Navidad y adicciones en tiempos de pandemia
Nos encontramos frente las navidades más atípicas que hemos vivido en mucho tiempo. Este año tendremos serias dificultades para poder reunirnos con nuestros familiares o amigos. El espíritu navideño del reencuentro quedará anulado. Personas a las que pasamos todo el año sin poder ver. La mayoría de nosotros no podremos disfrutar como antes de los sitios más típicos en estas fiestas. Los mercadillos, los belenes o las cabalgatas estarán clausuradas o restringidas en su aforo. Tampoco serán fáciles las actividades recreativas a las que hemos acudido otros años. Resultará complicado ir al circo, ir al cine, o celebrar el cotillón de fin de año. Será una Nochevieja diferente.
La nueva normalidad navideña surge de la necesidad de controlar la pandemia. Es necesario frenar los contagios, bajar la mortalidad y evitar un colapso sanitario. La pérdida de empleo o las dificultades económicas están generando situaciones emocionales muy dolorosas. La soledad, la gran incertidumbre económica, la inseguridad, o el miedo a enfermar, se han convertido en el regalo inesperado de estas navidades. Perder el empleo ha pasado a ser la nueva situación de miles de personas en nuestro país. España ha sido de los países más castigados por la pandemia.
Las adicciones tóxicas en Navidad
El sufrimiento, la soledad, o las dificultades económicas que están padeciendo muchas personas a causa de la pandemia, se han convertido en factores de riesgo que pueden dar lugar a diferentes adicciones. Como decíamos, en estas navidades, abusar del alcohol, de la cocaína o de los antidepresivos, es mucho más probable que hace justo un año.
Ya de por sí, las navidades son fechas muy complicadas para un adicto. Sobre todo si están sin tratamiento. Estas fechas son, educacional y culturalmente, las más propicias para consumir alcohol o incluso drogas como la cocaína. Hemos crecido consolidando una terrible asociación entre “celebración” y “consumo”. Digamos que, está permitido socialmente drogarse o emborracharse. Sobre todo, esto último. De hecho, cuando bebes alcohol te estás drogando. En Navidad, cuando te emborrachas, la gente no te mira mal, simplemente te sonríe. Pero nos han enseñado que si bebemos con moderación no tiene por qué pasar nada. Solo que puedes acabar desarrollando alcoholismo, eso no te lo dicen.
Este año, con la movilidad restringida, no hay que pensar que conseguir cocaína o cannabis es más difícil. Seguramente es lo contrario. Bares, supermercados y farmacias abiertos. Las drogas legales nunca cierran. Las adicciones tampoco. No parece la mejor forma de celebrar, necesitando agentes externos para conseguirlo. Pero la conducta está aprendida.
Las adicciones no tóxicas en Navidad
El alcohol y las drogas no son el único riesgo que se correrá estas navidades. Son fechas en las que socialmente, la gente cambia de comportamiento. Las apuestas deportivas y la adicción al juego probablemente también aumentarán estas fechas. El Gobierno de España acaba de regularizar por decreto la emisión de publicidad de las casas de apuestas y juegos de azar. Particularmente entre los jóvenes, el aumento de la ludopatía en el último año alcanza cifras alarmantes.
Está claro que, si has quedado en desempleo, con gran incertidumbre, y expuesto a un estímulo constante del tipo “apuesta”, “gana” o “te regalamos 200 euros por tu primera apuesta”, atreverse a jugar es mucho más fácil. Jugar para perder, siempre.
Por otro lado, llevamos meses desarrollando las relaciones personales a través de las redes sociales, casi por necesidad. Las redes sociales son muy útiles, pero dejan de serlo si te acaban sometiendo a una constante supervisión. Vivir pendientes del móvil. O, mejor dicho, dependientes del mismo. Esto es un adicto al móvil.
El mejor regalo: navidades libres de adicciones
Son tiempos complicados. Probablemente, el mejor regalo estas navidades no tengamos que hacérselo a otra persona. Mantenernos alejados de conductas inapropiadas como el abuso del alcohol, las compras compulsivas, o la adicción al teléfono móvil, será el mejor regalo que hagamos a nuestros seres queridos.
Estar atentos, aprender a identificar aquello que amenaza nuestra integridad mental, física o psicológica. Este será el mejor regalo, para ellos y para nosotros mismos. Las navidades quedarán atrás en pocos días. Pero las consecuencias de nuestro comportamiento en estas fechas pueden durar incluso meses. Qué mejor deseo que encontrarse bien el año próximo. Todo el mundo pide salud para los suyos, pero tal vez tú seas quien más y mejor conoce la carta que escribiste este año a los Reyes Magos. Revisa si olvidaste incluirte en esas líneas.