Los trastornos por consumo de alcohol más frecuentes

Mujer alcohólica en intoxicación etílica,uno de los trastornos por consumo de alcohol más conocidos.

El consumo de alcohol, en cualquier cantidad, puede ser causa de diferentes tipos de trastornos. Para determinar la presencia de trastornos debidos al consumo de alcohol hace falta un diagnóstico preciso. El alcoholismo o adicción al alcohol es el más conocido de todos ellos. La dependencia al alcohol es una enfermedad que consiste en la neuroadaptación del comportamiento al consumo de alcohol.

La presencia o no de la adicción al alcohol no dependerá de la cantidad que se ingiere, ni siquiera de la frecuencia con la que se consume. Esto suele llevar a muchas personas a creer que no tienen ningún problema con el alcohol, pues argumentan que beben ‘lo normal’.

Tampoco el tipo de alcohol que se consume es causa eximente de alcoholismo. Es decir, muchas personas piensan que por utilizar alcohol de baja graduación (como la cerveza), están exentas de padecer alcoholismo.

Aunque anteriormente se hacía una diferenciación expresa entre ‘abuso de alcohol’ y ‘adicción al alcohol’, hoy en día el ICD-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) distingue diferentes tipos de trastornos debidos al consumo de alcohol. Vamos a describir cada uno de ellos y, a continuación, el tratamiento médico del alcoholismo más utilizado hoy en día. El tratamiento farmacológico del alcoholismo es junto a la psicoterapia, la forma más eficaz de combatir la adicción al alcohol.

Trastornos por consumo de alcohol

Los trastornos debidos al uso del alcohol son muy diversos y abarcan desde los episodios de uso nocivo del alcohol a la intoxicación etílica, pasando por la adicción al alcohol o dependencia alcohólica (también llamada alcoholismo). Vamos a tratar de describir rápidamente los diferentes tipos de trastornos que pueden causar el consumo alcohol.

Los trastornos debidos al consumo de alcohol se diferencian en base al patrón y a las consecuencias del consumo. Además de una posible intoxicación, el alcohol tiene propiedades inductoras de dependencia. En algunas personas, esto puede desencadenar alcoholismo y abstinencia del alcohol cuando se reduce o suspende su uso.

El alcohol está implicado en una amplia gama de daños que afectan a la mayoría de órganos y sistemas del cuerpo. Estos pueden clasificarse en episodios únicos de un consumo nocivo de alcohol o bien en un patrón nocivo de consumo de alcohol.

El alcohol puede ser causa de diferentes tipos de trastornos
El consumo de alcohol puede ser causa de diferentes tipos de trastornos

El daño a terceras personas como resultado del comportamiento durante la intoxicación por alcohol también se incluye entre las definiciones del uso nocivo de alcohol. Además, se reconocen varios trastornos mentales inducidos por el alcohol y formas de deterioro neurocognitivo relacionadas con su consumo. Los trastornos por consumo de alcohol más frecuentes son los siguientes:

El uso peligroso del alcohol

El uso peligroso del alcohol hace referencia a los trastornos debidos al consumo de alcohol cuyo patrón de consumo aumenta apreciablemente el riesgo de posibles consecuencias dañinas para la salud física o mental del usuario o de otras personas. Se denomina peligroso cuando el grado de consumo y sus consecuencias requieren la atención de profesionales sanitarios. El mayor riesgo puede deberse a la frecuencia del consumo de alcohol, a la cantidad utilizada, o a comportamientos de riesgo asociados con el consumo de alcohol o al contexto de consumo, o a una combinación de estos.
El riesgo puede estar relacionado con los efectos a corto plazo del alcohol o con los efectos acumulativos a más largo plazo sobre la salud o el funcionamiento físico o mental. El consumo de alcohol peligroso aún no ha alcanzado el nivel de haber causado daño a la salud física o mental del usuario o de otras personas que lo rodean. El patrón de consumo de alcohol a menudo persiste a pesar de la conciencia del riesgo de daño para el consumidor o para los demás.

Episodio de uso nocivo del alcohol

El episodio de uso nocivo del alcohol consiste en un consumo de alcohol que causa daños a la salud física o mental de una persona. También lo es cuando el consumo de alcohol crea un comportamiento que daña a la salud de otras personas. En los episodios de uso nocivo del alcohol, el daño a la salud ocurre debido a uno o más de los siguientes aspectos:

  1. al comportamiento relacionado con la intoxicación alcohólica
  2. a los efectos tóxicos directos o secundarios del alcohol en diferentes órganos del cuerpo
  3. cuando el consumo se produce a través de una vía de administración dañina

El daño a la salud de otras personas incluye cualquier forma de daño físico, incluido el trauma, o trastorno mental directamente atribuible al comportamiento debido al consumo o a la intoxicación etílica. Este diagnóstico no debe realizarse si el daño se atribuye a un patrón nocivo de consumo de alcohol que pasamos a explicar a continuación.

Patrón nocivo de consumo de alcohol

El patrón nocivo de consumo de alcohol consiste un patrón regular de consumo de alcohol que causa daño a la salud física o mental de la persona o que resulta en un comportamiento que daña la salud de otros. Se denomina nocivo cuando el patrón de consumo es evidente durante un período de al menos 12 meses si el consumo es episódico, o de al menos 1 mes si el consumo de alcohol es continuado.

Intoxicación etílica o sobredosis de alcohol

La intoxicación etílica o alcohólica es una afección transitoria clínicamente significativa que se desarrolla durante el consumo de alcohol o poco después de este. Se caracteriza por alteraciones en la conciencia, la cognición, la percepción, el afecto, el comportamiento y la coordinación. Estas alteraciones son causadas por los efectos farmacológicos del alcohol. Su intensidad está estrechamente relacionada con la cantidad de alcohol consumida. Son cuadros de tiempo limitado y disminuyen a medida que el alcohol se elimina del cuerpo. Las características de presentación pueden incluir atención deficiente, comportamiento inapropiado o agresivo, labilidad del estado de ánimo y las emociones, deterioro del juicio, mala coordinación, marcha inestable y dificultad para hablar con fluidez. Los niveles más severos de intoxicación alcohólica pueden desencadenar estupor o incluso coma etílico. La intoxicación por alcohol puede facilitar ideación paranoide o un comportamiento suicida.

Dependencia del alcohol, adicción al alcohol o alcoholismo

La adicción al alcohol o alcoholismo es un trastorno de la regulación del consumo de alcohol que surge de un consumo repetido o continuado del mismo. El rasgo más característico del alcoholismo es un fuerte impulso o deseo por consumir alcohol. Se manifiesta por una capacidad deteriorada para controlar su consumo, una mayor prioridad dada al consumo sobre otras actividades y la persistencia del consumo de alcohol a pesar del daño o las consecuencias negativas que provoca.

Pueden presentarse también las características fisiológicas de la dependencia al alcohol, incluida la tolerancia (mayor cantidad cada vez para obtener el mismo efecto). También pueden aparecer síntomas de abstinencia, tanto en el cese como en la reducción del consumo de alcohol. Por último, es frecuente que aparezca tanto el uso repetido de alcohol como de sustancias farmacológicamente similares para prevenir o aliviar los síntomas de abstinencia.

Las características de la dependencia al alcohol suelen ser evidentes durante un período de al menos 12 meses, pero el diagnóstico se puede realizar si el consumo de alcohol es continuo (diario o casi a diario) durante al menos 1 mes.

Síndrome de abstinencia del alcohol

La abstinencia del alcohol es un grupo de síntomas, comportamientos y características fisiológicas clínicamente importantes, que varían en el grado de gravedad y en su duración. Se produce al cesar o reducir el consumo de alcohol en personas que han desarrollado dependencia o que han consumido alcohol durante un período de tiempo muy prolongado, o alcohol en grandes cantidades. Las características del síndrome de abstinencia del alcohol pueden incluir: hiperactividad autónoma (taquicardia, hipertensión o sudoración), temblor de manos, náuseas, arcadas o vómitos, insomnio, ansiedad, agitación psicomotora, estado de ánimo deprimido o disfórico, ilusiones o alucinaciones visuales, táctiles o auditivas, todas ellas transitorias.

Con menor frecuencia, el estado de abstinencia del alcohol se complica por convulsiones tónico-clónicas generalizadas. El estado de abstinencia puede progresar a una forma muy grave de delirio caracterizado por confusión y desorientación, delirios y alucinaciones visuales, táctiles o auditivas prolongadas. En tales casos, también debe asignarse un diagnóstico separado de delirio inducido por alcohol llamado delirium tremens y que explicamos en el siguiente punto.

Delirio inducido por el alcohol y delirium tremens

El delirio inducido por el alcohol es un trastorno debido al consumo de alcohol que se caracteriza por un estado agudo de atención y conciencia perturbadas. Posee las características específicas del delirio. Se desarrolla durante, o poco después de, la intoxicación con alcohol o durante el síndrome de abstinencia al alcohol. La cantidad y duración del consumo de alcohol pueden determinar la aparición del delirio. Las características específicas del delirio inducido por el alcohol pueden incluir: alteración de la conciencia con desorientación, alucinaciones e ilusiones vívidas, insomnio, agitación, alteraciones de la atención, temblores y los síntomas fisiológicos de la abstinencia al alcohol que lo acompañan.

En algunos casos, el estado de abstinencia al alcohol puede progresar a una forma muy grave de delirio inducido por alcohol llamada delirium tremens. Los síntomas no se explican mejor por un trastorno mental primario, por el uso o la abstinencia de otras drogas, o por otra condición de salud que no esté clasificada en ‘otros trastornos mentales del comportamiento y del desarrollo neurológico’.

Trastorno psicótico inducido por consumo de alcohol

El trastorno psicótico inducido por el alcohol es un tipo de trastorno debido al consumo de alcohol que se caracteriza por la presencia de síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones o pensamientos y comportamientos muy desorganizado). Estos síntomas se desarrollan durante, o poco después de, la intoxicación o la abstinencia al alcohol. La intensidad o duración de estos síntomas es sustancialmente superior a los trastornos psicóticos de percepción, cognición o comportamiento y que son característicos de la intoxicación por alcohol o la abstinencia. La cantidad y la duración del consumo de alcohol son capaces de producir síntomas psicóticos.

Estos síntomas no se explican mejor por un trastorno mental primario (por ejemplo, esquizofrenia, o un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos). Es decir, si los síntomas psicóticos precedieron al inicio del consumo de alcohol, si los síntomas persisten durante un período de tiempo considerable después del cese del consumo de alcohol o la abstinencia, o si hay otra evidencia de un trastorno mental primario preexistente con síntomas psicóticos (por ejemplo, antecedentes de episodios previos no asociados con el consumo de alcohol).

Otros trastornos mentales inducidos por consumo de alcohol

Trastorno amnésico debido al consumo de alcohol

La intensidad y duración del consumo de alcohol son capaces de producir pérdidas de memoria. El trastorno amnésico debido al consumo de alcohol (blackout) se caracteriza por el desarrollo de síntomas amnésicos que comparten características clínicas con el trastorno amnésico primario, pero que se considera consecuencia directa del consumo de alcohol. Los síntomas del trastorno amnésico por alcohol se desarrollan durante, o poco después de, la intoxicación o la abstinencia al alcohol. Sin embargo, su intensidad y duración supera sustancialmente a la de los trastornos de memoria normalmente asociados con otras afecciones.

Demencia debida al consumo de alcohol

La demencia debida al consumo de alcohol se caracteriza por el desarrollo de deterioros cognitivos persistentes como problemas de memoria, deterioro del lenguaje o incapacidad para realizar tareas motoras complejas. Estos síntomas cumplen con los requisitos de definición de la demencia y se consideran consecuencia directa del consumo de alcohol. Se da cuando el deterioro persiste más allá de la duración habitual de la intoxicación por alcohol o la abstinencia aguda. La intensidad y duración del consumo de alcohol pueden determinar el grado de deterioro cognitivo.

Síndrome de Korsakoff por consumo de alcohol

El síndrome de Korsakovff es una enfermedad del sistema nervioso causada por una deficiencia de vitamina B1 en el cerebro. Suele seguir a la encefalopatía de Wernicke y puede presentarse con fuerte incapacidad para formar nuevos recuerdos, amnesia, confabulación o alucinaciones. El consumo crónico de alcohol puede estar asociado con una deficiencia de tiamina y provocar este cuadro. Se trata de un cuadro grave y NO REVERSIBLE en la mayor parte de los casos. De todos modos, el alcohol también puede tener efectos adversos en el cerebro a través de otros muchos mecanismos.

Tratamiento médico del alcoholismo

El tratamiento médico del alcoholismo es el conjunto de estrategias farmacológicas encaminadas a restaurar el estado de salud afectado como consecuencia de la adicción al alcohol. Junto a la psicoterapia, es a día de hoy la intervención más eficaz que existe de cara a resolver el alcoholismo. Aunque en los últimos años ha habido alguna nueva incorporación, el arsenal farmacológico para el tratamiento del alcoholismo es relativamente reducido. En España existen cuatro fármacos autorizados específicamente con la indicación ‘Fármacos usados en la dependencia al alcohol’ (N07BB), incluido el antabus.