Los trastornos por consumo de alcohol más frecuentes

Mujer alcohólica en intoxicación etílica,uno de los trastornos por consumo de alcohol más conocidos.

El consumo de alcohol puede provocar diferentes tipos de trastornos. Para determinar la presencia de trastornos debidos al consumo de alcohol hace falta una valoración o diagnóstico preciso. La borrachera (intoxicación aguda) y el alcoholismo (adicción al alcohol) son los trastornos relacionados con el consumo de alcohol más conocidos. Sin embargo, existen otros muchos que veremos a continuación.

Los trastornos relacionados con el alcohol dependen de factores individuales, la cantidad de alcohol, la frecuencia del consumo y del tipo de bebida alcohólica.

Cabe resaltar que los aspectos individuales (como la genética, el entorno o el estado emocional) pueden condicionar los trastornos relacionados con el alcohol. Esto suele llevar a muchas personas a pensar que no tienen problemas puesto que beben “lo normal”. Ni siquiera el tipo de bebida es una causa fundamental de alcoholismo. Es decir, es un error pensar que por utilizar alcohol de baja graduación (como la cerveza), estás a salvo de padecer alcoholismo u otros trastornos.

Antiguamente se diferenciaba entre uso, abuso y adicción al alcohol. Sin embargo,hoy en día distinguimos diferentes trastornos relacionados con el consumo de alcohol que veremos a continuación.

Trastornos por consumo de alcohol

Los trastornos debidos al consumo del alcohol son muy diversos y abarcan desde los episodios de uso perjudicial a la intoxicación etílica, pasando por la adicción al alcohol o dependencia alcohólica (también llamada alcoholismo).

Básicamente, se diferencian en función de la frecuencia y las consecuencias del consumo de alcohol. Recordemos que además de la intoxicación, el alcohol puede provocar dependencia e incluso síndrome de abstinencia cuando se reduce o suspende su consumo.

El alcohol puede ser causa de diferentes tipos de trastornos
El consumo de alcohol puede ser causa de diferentes tipos de trastornos

Cabe resaltar que el alcohol está implicado en una amplia gama de daños que afectan a la mayoría de órganos del cuerpo. Por ejemplo, los trastornos mentales o el deterioro neurocognitivo. Incluso el daño a terceras personas está incluido como consecuencias del consumo perjudicial del alcohol. Veamos con más detalle cuales son los trastornos por consumo de alcohol más frecuentes.

Uso peligroso del alcohol

El uso peligroso del alcohol hace referencia a todos los trastornos realcionados con el consumo de alcohol cuyo patrón de consumo aumenta el riesgo de consecuencias dañinas para la salud física o mental del usuario u otras personas. Se entiende como consumo peligroso de alcohol cuando sus consecuencias requieren la atención de los profesionales sanitarios.
El riesgo del alcohol está relacionado con los efectos acumulados o a corto plazo en la salud física o mental de las personas. El patrón de consumo peligroso de alcohol a menudo persiste a pesar de la conciencia de riesgo de daño para el consumidor o para los demás.

Episodio de uso nocivo del alcohol

El episodio de uso nocivo del alcohol provoca daños puntuales en la salud física o mental de una persona o de personas cercanas. En los episodios de uso nocivo del alcohol, este daño ocurre debido a uno o varios de los siguientes aspectos:

  1. comportamiento relacionado con la intoxicación etílica
  2. efectos tóxicos del alcohol en los órganos del cuerpo
  3. como consecuencia de una vía de administración dañina

El daño a la salud de otras personas incluye cualquier forma de daño físico, incluido el trauma, o trastorno mental directamente atribuible al consumo o la intoxicación etílica. Este diagnóstico no debe realizarse si el daño se atribuye a un patrón nocivo de consumo de alcohol que pasamos a explicar a continuación.

Patrón nocivo de consumo de alcohol

El patrón nocivo de consumo de alcohol consiste un patrón regular de consumo de alcohol que causa daño a la salud física o mental de la persona o que resulta en un comportamiento que daña la salud de otros. Se denomina nocivo cuando el patrón de consumo es evidente durante un período de 12 meses (o 1 mes si el consumo es continuado).

Intoxicación etílica o borrachera

La intoxicación etílica o borrachera es una afección transitoria clínicamente significativa que se desarrolla durante (o después) del consumo de alcohol. Se caracteriza por alteraciones en la conciencia, la cognición, la percepción, el afecto, el comportamiento y la coordinación. Estas alteraciones son causadas por los efectos farmacológicos del alcohol. La intensidad de la intoxicación está estrechamente relacionada con la cantidad de alcohol consumida.

Los síntomas de la intoxicación etílica disminuyen a medida que el alcohol se elimina del cuerpo. Cursa con disminución de la atención, comportamiento inapropiado o agresivo, alteración del estado de ánimo y las emociones, deterioro del juicio, deficiente coordinación motora y dificultad en el habla..

Cabe resaltar que los niveles más severos de intoxicación alcohólica pueden desencadenar estupor e incluso coma etílico. Además, en los casos más graves, la intoxicación por alcohol puede suscitar la ideación paranoide o un comportamiento suicida.

Dependencia al alcohol

La adicción al alcohol o alcoholismo es un trastorno de la regulación del consumo de alcohol que surge como consecuencia del consumo repetido de esta sustancia. El rasgo más característico del alcoholismo es un fuerte impulso o deseo por consumir alcohol. Además, queda interrumpida la capacidad de controlar el consumo, la persona afectada da mayor prioridad al consumo de alcohol sobre otras actividades y persiste el consumo de alcohol a pesar del daño y consecuencias negativas que provoca.

En los casos de dependencia al alcohol es frecuente la aparición de tolerancia (necesitar mayores cantidades de alcohol para obtener el mismo efecto). También pueden aparecer síntomas de abstinencia, tanto en el cese como en la reducción del consumo de alcohol. Por último, es frecuente que aparezca tanto el uso repetido de alcohol como de fármacos para prevenir o aliviar los síntomas de abstinencia.

Estas características de la dependencia al alcohol suelen ser evidentes durante un período de 12 meses, o si el consumo de alcohol es continuado, en el transcurso de 1 mes.

Síndrome de abstinencia del alcohol

La abstinencia del alcohol es un grupo de síntomas, comportamientos y características fisiológicas clínicamente importantes, que varían en el grado de gravedad y en su duración. Se produce al cesar o reducir el consumo de alcohol en personas que han desarrollado dependencia o que han consumido alcohol durante un período de tiempo muy prolongado, o alcohol en grandes cantidades. Las características del síndrome de abstinencia del alcohol pueden incluir: hiperactividad autónoma (taquicardia, hipertensión o sudoración), temblor de manos, náuseas, arcadas o vómitos, insomnio, ansiedad, agitación psicomotora, estado de ánimo deprimido o disfórico, ilusiones o alucinaciones visuales, táctiles o auditivas, todas ellas transitorias.

Con menor frecuencia, el estado de abstinencia del alcohol se complica por convulsiones tónico-clónicas generalizadas. El estado de abstinencia puede progresar a una forma muy grave de delirio caracterizado por confusión y desorientación, delirios y alucinaciones visuales, táctiles o auditivas prolongadas. En tales casos, también debe asignarse un diagnóstico separado de delirio inducido por alcohol llamado delirium tremens y que explicamos en el siguiente punto.

Delirio inducido por el alcohol y delirium tremens

El delirio inducido por el alcohol es un trastorno debido al consumo de alcohol que se caracteriza por un estado agudo de atención y conciencia perturbadas. Posee las características específicas del delirio. Se desarrolla durante, o poco después de, la intoxicación con alcohol o durante el síndrome de abstinencia al alcohol. La cantidad y duración del consumo de alcohol pueden determinar la aparición del delirio.

Las características específicas del delirio inducido por el alcohol pueden incluir: alteración de la conciencia con desorientación, alucinaciones e ilusiones vívidas, insomnio, agitación, alteraciones de la atención, temblores y los síntomas fisiológicos de la abstinencia al alcohol que lo acompañan.

En algunos casos, el estado de abstinencia al alcohol puede progresar a una forma muy grave de delirio inducido por alcohol llamada delirium tremens. Los síntomas no se explican mejor por un trastorno mental primario, por el uso o la abstinencia de otras drogas, o por otra condición de salud que no esté clasificada en “otros trastornos mentales del comportamiento y el desarrollo neurológico”.

Trastorno psicótico inducido por consumo de alcohol

El trastorno psicótico inducido por el alcohol es un tipo de trastorno debido al consumo de alcohol que se caracteriza por la presencia de síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones o pensamientos y comportamientos muy desorganizado). Estos síntomas se desarrollan durante, o poco después de, la intoxicación o la abstinencia al alcohol. La intensidad o duración de estos síntomas es sustancialmente superior a los trastornos psicóticos de percepción, cognición o comportamiento y que son característicos de la intoxicación por alcohol o la abstinencia. La cantidad y la duración del consumo de alcohol son capaces de producir síntomas psicóticos.

Estos síntomas no se explican mejor por un trastorno mental primario (por ejemplo, esquizofrenia, o un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos). Es decir, si los síntomas psicóticos precedieron al inicio del consumo de alcohol, si los síntomas persisten durante un período de tiempo considerable después del cese del consumo de alcohol o la abstinencia, o si hay otra evidencia de un trastorno mental primario preexistente con síntomas psicóticos (por ejemplo, antecedentes de episodios previos no asociados con el consumo de alcohol).

Otros trastornos mentales inducidos por consumo de alcohol

Trastorno amnésico debido al consumo de alcohol

El consumo de alcohol puede provocar amnesia o pérdida de memoria. El trastorno amnésico por consumo de alcohol (blackout alcohólico) cursa con síntomas amnésicos de similares características al trastorno amnésico primario. Los síntomas del trastorno amnésico por consumo de alcohol se desarrollan durante, o poco después de, la intoxicación aguda o la abstinencia al alcohol. Sin embargo, su intensidad y duración supera sustancialmente a la de los trastornos de memoria asociados con otras afecciones.

Demencia debida al consumo de alcohol

La demencia debida al consumo de alcohol se caracteriza por el deterioro cognitivo persistente y los problemas de memoria, deterioro del lenguaje, e incapacidad para realizar tareas motoras complejas. Estos síntomas cumplen con los requisitos de definición de la demencia y se consideran consecuencia directa del consumo de alcohol. La demencia alcohólica aparece cuando el deterioro cognitivo persiste más allá de la intoxicación o la abstinencia aguda. Cabe resaltar que la intensidad y duración del consumo de alcohol pueden condicionar el grado de deterioro cognitivo.

Síndrome de Korsakoff por consumo de alcohol

El síndrome de Korsakovff es una enfermedad del sistema nervioso como consecuencia de la deficiencia severa de vitamina B1 en el cerebro. Suele seguir a la encefalopatía de Wernicke y cursa con una fuerte incapacidad para formar nuevos recuerdos, amnesia, confabulación y alucinaciones. En este sentido, el consumo crónico de alcohol puede provocar una elevada deficiencia de tiamina, lo que puede provocar este cuadro.

En la mayoría de los casos, el síndrome de Wernicke-Korsakovff es un cuadro grave irreversible. De todos modos, el alcohol también puede tener otros efectos adversos en el cerebro a través de otros mecanismos.

Tratamiento médico del alcoholismo

El tratamiento médico del alcoholismo es el conjunto de estrategias farmacológicas encaminadas a restaurar el estado de salud afectado como consecuencia de la adicción al alcohol. Junto a la psicoterapia, es a día de hoy la intervención más eficaz que existe de cara a resolver el alcoholismo. Aunque en los últimos años ha habido alguna nueva incorporación, el arsenal farmacológico para el tratamiento del alcoholismo es relativamente reducido. En España existen cuatro fármacos autorizados específicamente con la indicación “Fármacos usados en la dependencia al alcohol” (N07BB), incluido el antabus.

Si usted, o alguien de su entorno más cercano, presenta síntomas de dependencia al alcohol póngase en contacto con Ivatad (617846402) o con su médico de cabecera.