Casi el 80% de los jóvenes de 14 a 18 años han utilizado los videojuegos en algún momento durante el último año. En Ivatad sabemos que se trata de una conducta cada vez más habitual entre adultos y adolescentes. Los juegos digitales fueron concebidos como forma de entretenimiento y gestión del ocio. La pandemia y el confinamiento han favorecido un aumento del uso de videojuegos en los últimos años. En este sentido, cuanto más repetitiva es una conducta mayor probabilidad tiene de convertirse en adicción. Muchas de las parejas o familiares comentan: "está enganchado a la consola". La OMS incluyó en 2018 la adicción a los videojuegos en la 11ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).
La adicción a los videojuegos se define como un patrón de comportamiento de juego caracterizado por el control deficiente sobre el juego. Provoca un aumento de la prioridad dada al juego sobre otras actividades esenciales. Además, se produce una continuación del juego a pesar de sus consecuencias negativas. Aproximadamente un 6% de los jugadores de videojuegos en España presenta un potencial trastorno por uso de videojuegos.
Enganchado a la consola
El comportamiento de alguien enganchado a los videojuegos es similar al de un alcohólico o drogadicto. De la misma forma que estos experimentan síndrome de abstinencia en ausencia de alcohol o drogas, los adictos a los videojuegos padecen cambios en su estado de ánimo cuando no pueden jugar. Pueden quedar afectadas de forma considerable las relaciones familiares, la alimentación, el sueño, el rendimiento académico, etc. Los mecanismos neuronales que subyacen en la adicción a los videojuegos son similares a los que se producen, por ejemplo, con el consumo de cocaína. Hay que tener en cuenta el elevado poder gratificante que obtienen los jugadores cuando usan los videojuegos. La dependencia psicológica es el aspecto más relevante en la expresión de este tipo de trastornos.

Estar enganchado a la consola implica usar los videojuegos con frecuencia para encontrarse bien. Al mismo tiempo, existe un control alterado sobre el juego. Engancharse a la consola depende de cuánto y cómo usas los videojuegos. Es decir, jugar significa más una necesidad que una forma de gestionar el ocio. Aceptar esto puede resultar complicado. Al igual que ocurre con las alcohol y drogas, salvando las diferencias, lo que en un principio es placentero se convierte en una necesidad vital. En definitiva, estar enganchado a los videojuegos significa no poder dejar de jugar.
Cómo identificar la adicción a los videojuegos
Para diagnosticar la adicción a los videojuegos el patrón de comportamiento debe ser lo suficientemente severo como para provocar un deterioro significativo del área personal, familiar, social, educativa o laboral. Además, debe ser evidente durante al menos 12 meses de duración. Mentiras, comportamiento anómalo, aislamiento, son algunos de los signos y síntomas que apuntan a una posible adicción a los videojuegos.
El tiempo invertido en el juego es uno de los principales síntomas del trastorno por uso de videojuegos. La mayoría de personas dedican menos de 2 horas al día a jugar con la consola o el ordenador a juegos digitales. El 5% de los usuarios de videojuegos juega más de 5 horas al día y son firmes candidatos a sufrir adicción a los videojuegos.
Otro aspecto a tener en cuenta es el dinero invertido en el juego. Los videojuegos más exitosos están diseñados de forma que puedes obtener un aspecto único personalizado o conseguir mejoras a cambio de dinero. Parte del éxito de estos videojuegos consiste en ofrecerlos inicialmente sin coste, para posteriormente proponer dichas mejoras a cambio de dinero. Es el caso de Fortnite, un juego considerado bastante adictivo. El 70% de los jugadores lo hacen sin gasto alguno asociado, mientras que el 20% se gastan algo menos de 50 euros. Aproximadamente el 10% de los usuarios de videojuegos se han gastado en el último año más de 50 euros por estos motivos. Cuando alguien sufre adicción a los videojuegos puede llegar a gastar importantes cantidades de dinero.
Videojuegos en alza y adicción
Las denominadas "adicciones no tóxicas", comportamentales, o conductas adictivas en las que no intervienen sustancias (ludopatía, internet, videojuegos, etc.) han aumentado de forma notable en los últimos años. Particularmente presente entre los varones, encontramos en alza el tratamiento para la adicción a los videojuegos en Valencia. El Centro de Desintoxicación Tecnológica Ivatad propone la "Digital Detox" como necesidad ante la creciente demanda por este tipo de problemas.
En 2018 se introdujo un módulo específico en las encuestas de adicciones para evaluar el impacto del uso de videojuegos entre la población. En 2019 se incorporó la diferencia entre los juegos presenciales y los "juegos online". Las apuestas deportivas son el juego más habitual (50%), seguido por las loterías (28%) y los videojuegos (14%). Respecto al juego online, los videojuegos y las apuestas deportivas son los que cuentan con porcentajes más altos.
En la modalidad de juego online los jugadores con patrón de juego problemático consumen en mayor medida videojuegos, apuestas deportivas y deportes electrónicos (e-sports). Aproximadamente el 50% de personas con adicción a los videojuegos han jugado dinero online. Un porcentaje muy similar al de personas con adicción a las apuestas deportivas.
Uso de alcohol o drogas y videojuegos
No se observan grandes diferencias respecto al consumo de sustancias psicoactivas legales (tabaco y alcohol) entre estudiantes de 14 a 18 años y estudiantes de la misma edad con posible adicción a los videojuegos. Respecto al "Binge Drinking" (consumo de alcohol en atracón), los jóvenes con un posible trastorno por uso de videojuegos refieren este comportamiento en un porcentaje similar al del resto de adolescentes (34%). Del mismo modo, experimentan con borracheras el 25% y declaran consumo de tabaco el 29%, ligeramente por encima del resto de estudiantes.
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